miércoles, 12 de enero de 2011

¿No hay vuelta atrás?

No se si alguna vez te lo dije. Me pone nervioso tu andar, lento y ruidoso cuando estás triste y, alocado, mermado y silencioso cuando te inunda la alegría. No se si te dije alguna vez que me parte el corazón verte llegar, oir la llave girando en tu puerta y saber que esa lentitud no es buena señal. El sonido de tus tacones ruidosos en las losas del salón. Se que te ha ido mal, no me quieres mirar a los ojos, pero noto como una leve sombra de preoupación asoma en ellos. Ganas de gritar, de saltar, de decirle a tu pequeño mundo que ya está bien, que ya te has hecho demasiado daño, que tu corazón no puede más.

Apenas oigo como te quitas lentamente las medias con carrerillas en tu habitacion, como dejas caer suave la falda que te pusiste con la más dulce intención. No te estoy viendo, pero se que ahora mismo estas a tres metros, detrás de una pared insalvable, quizás con un nudo tan grande en la garganta que ni te permite llorar. Quizás, hecha un ovillo en la cama, ahora mismo te estás comiendo las ganas de decirle al mundo que pare, que todo es una locura, que deje de jugar contigo, ¡que ya está bien!. Y yo aquí, a tres metros de ti, tras la pared, sabiendo que en ese mundo tuyo hay mucho más de lo que me dejas ver. No dejarás abrir ese pomo, no me dejarás. Hoy, cuando te he visto entrar por la puerta, cuando has dejado caer el bolso sobre la mesa, he sabido que la vida te ha podido un poco más hoy. Pido que no dejes de desear, que no dejes de querer seguir suspirando.

El nudo se va haciendo más y más grande. Ahora quizás hayas cerrado los ojos por un momento y hayas querido ver las cosas de otro modo. ¿Y sabes qué? Yo haría que el mundo parase por un momento. Estrellaría el brillo cansado de tus ojos contra los míos. Yo haría que el maquillaje pareciera cosa de otro día y sobre todo, te quitaría las medias tan lentamente que ni las carrerillas que apareciesen en ellas te ganarían en la batalla. Te quiero cerrar los ojos, taparte la boca de una vez y que sepas, que sepas... que nada está perdido.






Que nada está perdido mientras sigas viviendo.

1 comentario:

Un boli Vic sin capuchón dijo...

presenta esto a un concurso, ya