martes, 28 de diciembre de 2010

Espejo



Desordenado. Absurdo. Está de más.

Quiero convertir el rastro y el polvo de lo subrealista en nuestra más sincera realidad. Quizás temerás el resultado, como toda aquella persona que rechaza su propia esencia por miedo a ver en su interior, en bucear en sí mismo, por miedo a ver lo que realmente desea.

Odio los espejos. ¿Qué ves, qué te muestra? El tiempo pasa, nos miramos en nuestros reflejos no para vernos como somos, si no para adoptar posturas y formas con el fin de ocultar lo que somos. Maquillando esencias, peinando sueños, adornando ideales. Qué somos, qué habrá más allá de esos ojos en los que me quiero perder. Destinos que se cruzan, inciertos.

Di la verdad. Tu reflejo se resquebraja en esa pared líquida que te muestra tus miedos. El gesto que odias. La mirada que descifra quién eres. Un leve pestañeo que cuenta tus deseos. La vida se te escapa, se deforma, se va.

Cada vez que miro a un espejo no veo nada más que la posibilidad de una huida, de cómo se me escapan las decisiones y mi vida, mi vida... que se escapa de mis manos, que ni yo mismo soy capaz de darle un hilo conductor a todo lo que me muestra mi espejo.

No hay comentarios: